lunes, noviembre 26

Pe is getting Rudolph



Hoy me siento como Marilyn Monroe. Pero no precisamente porque vaya a La Moncloa a cantarle cumpleaños feliz al presidente (a ese sólo le canto las 40!!!), sino porque me he atiborrado a pastillas con la única intención de curar el tercer resfriado que cojo en lo que va de otoño. Tras pasar una de mis crisis griposas típicas en esta época, me puse como meta uno de los claim más "populares" de la década ( y no me refiero a Todos Somos Irakies (yo no tengo nada que ver con esa gente aunque mi físico diga lo contrario) ni a No a la Guerra, que es muy perra, ni Vascos si, ETA no) sino al ya mítico: Nunca Mais. Con la intención de no volver a coger un resfriado más, me fui a mi médica de cabecera y me dio un compuesto químico llamado Panacea. Qué nombre tan bonito, me dije yo, para un medicamento. Pero tate!! Que me estaban dando gato por liebre, como si de un restaurante chino se tratase!!! Claro que de ésto me di cuenta cuando a dia de hoy, vuelvo a estar resfriado. En paralelo a estas pastillas, cuya dosis era de 4 al día, yo me fui al herbolario cual buenrollista con camiseta del che y palestina (si, yo tengo ambas cosas, pero nada más lejos de la realidad) con la idea de adquirir remedios naturales con los que mitigar mis males o mejor, prevenirlos. La dosis recomendada era de 3 pastillas diarias. Por si esto no fuera poco, como con tanta cápsula mis defensas estaban (y están) más bajas que la de los USA el 11-S, me compré Pharmaton Complex tamaño familiar. Todo esto mezclado con un gelocatil de 1 gramo y un café con bollería industrial, han hecho que mis ardores de estómago hayan sido tan insoportables que he tenido que recurir a un Almax para calmar mi fuego interno. Pete, ya tienes competencia!!!

No hay comentarios: